Hay niños efusivos que demuestran sus sentimientos a cada momento con besos y abrazos. A otros las muestras de cariño se las tienes que sacar poco a poco. Pandereta es de esas niñas. “Igualita, igualita que su madre” diría el su Padre.
Pero que le cueste demostrar sus sentimientos, o simplemente que no le apetezca hacerlo, no significa que no quiera a la gente que la rodea. Si me preguntarán quien es su abuelo/a favorito diría que el yayo (mi padre). Son cómplices, juegan, se pelean, corren, incluso hacen planes en los que no nos incluyen.
También sé que su yaya es la que provoca más enfados. El motivo: es la que más la cuida cuando nosotros tenemos que quedarnos a trabajar. El contacto más asiduo crea muchas veces roces y enfados; todas somos madres y lo sufrimos cada día.
Ayer en el cole hicieron un juego con globos. Cada niño puso un deseo en su interior. La sorpresa llegó cuando vi el de Pandereta. No pude menos que darle un gran abrazo. Había pedido que su yaya se pusiera pronto buena. Sorpresas con mucho corazón.
Qué mona pandereta!!!si es que los peques tienen un corazón enorme, con cabida para todo!!
Ays que rica… seguro que a su yaya se le cae la baba 🙂
Cuando se lo enseñamos no paraba de acariciarla y decirla que era un tesoro.
Imagina.
Bss
Emocionada me dejas, los niños son una fuente inagotable de sorpresas.
María
Desde luego que sí.
Gracias por pasarte.
Bss
Qué mona por favor! Qué dulce!
Un besito guapa
Ains que bonito!! detalles que llegan al corazon yo nosoy bescuona tampoco y desconfio de la gente que lo hace es más
Pues yo no era pero ahora… con la edad. necesito más del contacto físico.
Bss