Adiós. Adiós a no tener rutinas. A poder remolonear entre las sábanas un “ratito” más. A que te traigan el desayuno a la cama. A que Pandereta me despierte llenándome la cara de besos.
Adiós a las mañana de playa, piscina, campo y parque. A las tardes tomando el sol tumbada en cualquier parte mientras lees un libro. A las cenas callejeras sin importar la hora. A las terrazas, jardines y playas donde, aún de noche, te sirven un cóctel aderezado de brisa y de un cielo que te invita a no marcharte.
Adiós a las noches de tres en la cama sin importar las veces que te sobresalten las patadas de Pandereta. Adiós a despertar en mitad de la noche y disfrutar con su olor.
Todo esto (y mucho más) es lo que pierdo con la marcha de las vacaciones. En cambio, tengo que volver a recibir al maldito despertador. Tengo que acostumbrarme a dejar Pandereta dormida mientras me marcho de casa. A la oficina. A las historias que cada año se repiten, A la misma gente que no tienes ganas de ver. A correr todo el día. A malcomer en cualquier sitio. A mirar el reloj para acostarte a tiempo…
No sé que es lo que más me cuesta de la “vuelta a la normalidad”. Quizás no poder disfrutar de más tiempo con mi familia, quizás los fines de semana de guardia, quizás madrugar cada día… ¿Y a ti?
¿Tú crees?
Creo que lo que más nos cuesta es la pérdida de libertad y control sobre nuestra vida, sobre lo que realmente desearíamos hacer. Esa vuelta al “debemos” y no al “queremos” joroba el ánimo a cualquiera… maldito síndrome postvacacional… pero ánimo que de todo cosas buenas salen siempre.
Eso esperamos.
Bss
Cómo cuesta decir adiós a todas esas cosas, nos queda el consuelo de que volverán, o ese es el aliciente para continuar trabajando duro para conseguirlo.
Ánimo guapa, que seguro lo superamos
Besos
Con unas cañitas seguro que lo llevamos mejor 😉
La verdad es que que pena da que se acaben las vacaciones pero que te quiten lo bailado y a ver si nos vemos, hay varias quedadas en el retiro, un besazo
Una pena pero… que bien reencontrarnos con la gente a la que queremos.
A ver si es verdad que nos vemos.
Bss
He perdido mi comentario anterior, snif…
Decía que hola a viejas rutinas, hola a comentarios y posts en los blogs, hola a los buenos días twitteros, hola a los compañeros, me voy a tomar un café, mis vacaciones bien, gracias.
Y aún estamos a tiempo de poder disfrutar este mes, que aún hay calor, hay luz, y que mejor que salir a pasear con los peques, antes de que ellos también entren en su rutina?
Besos!
Estoy contigo! Todavía hay días antes de que aparezca el invierno en nuestros corazones. Vamos a disfrutar de los días venideros.
Bss
Loca ya te fuiste a mi tierra o aún no? cómo te fue?
Ya estoy de regreso.
Con ganas de volverme y no salir de allí aunque ello me supusiera un eterno dolor de estómago.
¿Y tu operación guardería?
Mi operación guardería un desastre 🙁 lloró y lloró pero creo que fue culpa que llegamos todos los de nuevo ingreso a la par así que entre los lloros ajenos, ver que los padres se iban pues mayor tensión 🙁 a ver si mañana mejor….¿te gustó mi tierra? a ver si haces post
Es la segunda vez que vamos. Una con niños, otra sin. No tiene nada que ver. Pero siempre es impresionante encontrarte con sus paisajes, esas aguas y la gente.
Ains que ganas de vacaciones me han vuelto a entrar leyendote, y eso que hace ya unas semanas que no estamos de vacaciones 🙂 Y eso que a mi lo del desayuno a la cama ni en vacaciones… Yo hecho de menos especialmente el “vivir sin reloj” creo. Esa sensacion de “hay tiempo para todo, algo comeremos, algo haremos,…” Un beso y animo con la vuelta!!
Creo es que mi favorito. Regirte por tu propio reloj interno y por la luz del sol.
Venga que solo faltan cuatro meses para las vacaciones de Navidad.
Bss