Si como mujer ofreces una imagen tierna (y no es porque estés haciendo arrumacos o dando teta a tu bebé), la mayoría de las personas de tu entorno pensarán que eres una “blanda”. Algo que en esta sociedad masculina y competitiva está mal visto. ¿Por qué tenemos que ser duros? ¿Qué nos lleva a comportarnos así? ¿Por qué es lo socialmente admitido y no lo contrario? Me niego. Por eso me uno al desafío Milka #porunmundomastierno.
Lo hago por los demás -para conseguir vivir en un mundo mejor- pero también de forma egoísta, por mi misma. Sí, porque tal y como los refirió en el evento promovido por Milka y Madresfera, Mario Alonso Puig; estar en paz, sin rencores ni odios mejora la salud física a través de mecanismos de defensa frente a las enfermedades.
¿Y cómo podemos mejorar nuestra ternura? Dejando nuestro ego de lado. Pensando que hemos podido equivocarnos. Poniéndonos en lugar del otro. Teniendo empatía. Ser tiernos con las personas que queremos es fácil. Ahora intentemos serlo con aquellas que no caen bien, que nos provocan rechazo, con las que tenemos asuntos pendientes. El secreto, según Mario, es perdonar, estar en un estado de paz que nos permita dirigirnos a esa persona sin odio (pero tiene que ser una respuesta sincera porque de lo ser así nuestro odio/aversión se reflejará en pequeños microgestos imposibles de controlar).
Hablemos mirando a los ojos, con calma, y expresemos nuestra opinión. Y recuerda que ser tierna no es igual a blanda. Nada te impide expresar opiniones desde la firmeza, pero sin que por ello sean hirientes. No es igual decirle a tu hijo que ha hecho mal algo, por ejemplo pegar a otro niño, que decirle que es malo. Del primer modo censuramos una actitud, del segundo a la persona.
Piensa cómo te sentirías si tu jefe te dice que eres una inútil o que no sabes hacer nada bien. La sensación es mucho más hiriente que si te dice que el trabajo que has hecho no está bien realizado. Ahora, ¿por qué no nos proponemos ser más tiernos? Empieza por perdonar, mantener el corazón en calma y aprender a dejar de lado el ego; ese terrible inquilino con el que todos tenemos que convivir.
Y ¿qué tal si acompañamos nuestro regreso a la ternura con un poco de chocolate? 😛
Me gustó mucho tu entrada. Nosotras con mi hija todavía no llegamos a la fase de disciplina, tiene apenas 14 meses y tengo todos los permisos para ser tierna, blanda y todo lo buena que se me ocurra. Pero se que llegará el momento en que deberé pensar modos para educarla y sin caer en los excesos. Un abrazo.
¡Qué buen post! ¡Más razón que una santa, que dicen…!! Ya hay demasiado fango vital por este mundo… Como dijo el filósofo: -“Hijo mío… no queda sino ser de los buenos… ¡porque en este mundo ya hay demasiados HIJOS DE P…-piiiiiiiii-!”-
¡¡Empatía, paciencia y buen rollo “for ebriguan”!!
Jajaja. Me encanta que te guste. la verdad es que Mario nos dio una lección que espero no olvidar nunca.
Gracias por el post, porque una está harta de que le digan que es una blanda sólo por ser amable e intentar tratar bien a la gente!!!
Estoy contigo. Ser tierna es una actitud, un modo de vida. Y eso no significa que podamos mandar a la M…. a más de uno/a (jijiji)
jijijijijij y tanto que sí!! 🙂
Yo lo intento pero voy para atrás con el trabajo con Luna a estas horas cenando después de un bronca de esas que hacen q los vecinos te miren mal pero es tan difícil comprender pa tensa tanto la cuerda ains tomare ejemplo
Hay momentos en que te ganan la partida pero, ya sabes, perseverancia.
Bss
Yo desde esa charla, no paro de darle vueltas, intento dejar mi ego a un lado, pero te diré,que es muy insistente,sobre todo, en los desafíos constantes de Tenedor!
Pero que duda cabe, que desde la firmeza y la ternura, se vive más tranquilo con uno mismo y en armonía con el mundo. Difícil, pero no imposible!hay que unirse al desafío!
Un besin
Yo soy tierna pero me parece que la peque me cogerá la delantera y con ella seré una blanda… jejeje
Ahora en serio, lo primero en lo que he pensado es en la familia política, eso de mantener la calma… ufff me va a costar…
Con chocolate siempre. Yo creo que soy tierna…