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Hoteles sin niños, hoteles discriminatorios

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Hoteles sin niños, hoteles discriminatorios

En estos días estoy dedicando parte de mis tardes a ver vacaciones. Lugares maravillosos sin tener que ir demasiado lejos con niños.

Las islas tomaron protagonismo en la cantidad de  folletos entre los que me debatía. Mi primera opción fue Mallorca y Menorca. Islas idílicas, playas de fina arena y aguas cristalinas y preciosos hoteles con todas las comodidades… ¡Ja! Que incauta. Fantástico plan si no fuera por un pequeño detalle: ¡la mayor parte de los que había en el folleto son sin niños¡

No sin niños

Pero qué se han creído algunas cadenas hoteleras, ¿qué además de ser pequeños tienen alguna enfermedad contagiosa? ¿Qué van a ensuciar sus maravillosas habitaciones minimalistas pintadas de blanco roto? ¿Qué van a ir dejando un rastro de pis por sus pasillos?

Considero discriminatorio que se prohíba la entrada a familias con hijos y no a parejas que van a quemar las posibilidades del hotel y todas las fiestas de la isla. ¿Son ellos mejor que nosotros? ¿Es que su educación superará a la de mi hija de 6 años? Lo dudo.  Estoy indignada porque no creo que por tener hijos alguna cadenas nos tengan que relegar a los hoteles viejos y de menor calidad.

Incluso he notado que algunas cadenas con viejos hoteles los promocionan para familias y, un par de años después, los remodelan y colocan el cartel de sin niños. Entonces ya no valen para los mismos que ocuparon sus destartaladas habitaciones, solo son para mayores de edad.

Hotel Melia del mar solo adultos #stopniñofobia

Garden hoteles solo adultos #stopniñofobia

Hotel Barceló Corralejo Bay solo adultos #stopniñofobia

¿Por qué las familias no podemos disfrutar de estas comodidades? ¡Estoy harta! Y digo Stopniñofobia

También he de decir en descargo del sector hotelero (ya sabéis que en ningún sector se puede generalizar) que hay hoteles convencionales, rurales y alguna cadena que está viendo en las familias una oportunidad de negocio y que se esfuerzan por ofrecer espacios más cuidados al servicio de padres e hijos más exigentes. Un ejemplo es este hotel de la cadena Hesperia en Lanzarote donde además de las habitaciones convencionales, en las también puedes estar con tus hijos, han diseñado la kids para ofrecer otra posibilidad a las familias .

hesperia lanzarote habitación kids

Si ya nos hemos cansado de  los menús infantiles de baja calidad y se ha creado el movimiento Foodies Kids en el que se pide comida de calidad  también para niños ¿por qué no hacer los mismo con el sector hotelero?

Si has tenido alguna experiencia con tu familia (mala y daremos un tirón de orejas o buena y aplaudiremos al acción) cuéntamelo. Queremos hoteles de calidad de disfrutar en familia.

10 COMENTARIOS

  1. Me parece injusto porque creo que los hoteles familiares al final te ofrecen servicios para que las familias estén agusto pero pierden otros servicios y calidad en otros, tanto en instalaciones como en la comida.
    Además, es que lo de prohibir tajantemente, hasta el acceso es tercer mundista, avanzamos mucho en unas cosas y luego seguimos anclados en otras.
    Espero que terminéis encontrando algo bueno para la peque y para vosotros.
    Besos

  2. Pues yo no estoy de acuerdo. Soy madre, me encanta ir con mis hijas pero no veo absolutamente ningún problema en haya hoteles para gente sin niños. Igual que los hay orientados para ellos. A mí me parece que no es una cuestión de niñofobia. Yo no tengo absolutamente ninguna niñofobia. Me encantan los niños y adoro estar con ellos. Cuando quiero estar, que es la mayoría de las veces. Y cuando no quiero estar pues voy a sitios donde voy a estar tranquila aposta.
    Me encanta ir a comer con mis hijas a restaurantes kid friendly donde no tengo que preocuparme de si se portan así o asá, o si hablamos más alto de la cuenta. Y cuando voy con mi marido a cenar tranquila pues quiero que me dejen cenar tranquila, que para eso voy una vez al año. Y lamentablemente no es que los niños se comporten mal, que son niños, sino que los padres suelen pasar ocho pueblos. Los padres que no tienen dos dedos de frente para saber dónde sí, dónde no, y de qué manera. Los padres razonables directamente no los llevan, pero las prohibiciones van para esos que no saben dónde está el límite.
    A mí qué más me da que prohiban ir con niños ahí o allá si probablemente a esos sitios no iría con mis hijas? No me cambia nada. Pero entiendo que los abuelos que están hasta las tetas de cuidar a sus nietos todo el curso escolar no tienen ninguna gana de andar aguantando a los niños ajenos también en verano, si no quieren. Si quieren, fenomenal, pero no se acaba el mundo porque haya sitios donde la tranquilidad esté garantizada.
    Y si querer eso es ser niñofóbica, pues yo lo soy.

    • No creo que tu caso sea de niñofobia. A mi lo que me no me gusta nada es que me prohíban el paso a establecimientos por ir con un niño. Tengo el mismo derecho, yo y mi hija, a disfrutar de establecimientos de calidad.
      Mi protesta va tanto para la prohibición como para los hoteles que algunas cadenas dedican a cada uno de los sectores. Es decir, para sin niños perfectos, monísimos, con servicios de alta calidad. Para los familiares (debe ser por el pensamiento “total como los niños lo van a destrozar) hoteles de menos calidad con menores prestaciones. Esa diferenciación me parece fatal.

      • Bueno, y me imagino que con precios acordes. Lo que no se puede pretender es ir a un hotel estupendérrimo a precio de hotel de baratillo, en el que los niños no paguen etc. Yo he ido a todo tipo de hoteles con mis hijas y jamás he tenido ningún problema. A hoteles caros, baratos y todo.

        Pero decir que hay niñofobia porque en algunos hoteles no se deja entrar a niños me parece una exageración. No creo que sea lo habitual ni mucho menos, y viajo mucho con ellas. Yo creo que nadie odia a los niños, simplemente segmentan. Igual que hay hoteles para viajes de estudios, en los que no hace falta que me prohiban el paso, que no voy, y parques de bolas en los que voluntariamente tampoco verás a ningún abuelo porque no está dirigido a ellos.

        • Te pongo mi caso. El año que nació Pandereta fuimos a un Melia en Mallorca que nos encanta. Al año siguiente lo reformaron y “como estaba nuevo” no aceptan niños.
          El precio es el mismo y yo, como cliente, quiero la misma calidad pero no voy a dejar a mi hija aparcada porque hayan puesto las habitaciones zen y camas en la piscina.

  3. Siempre se puede informar, con el objeto de disuadir, mejor que prohibir, me horroriza la posibilidad de leer en algún lugar “prohibido los niños”. Aunque el problema auténtico aquí son los
    padres y sus prioridades, y cómo las pueden ajustar en vacaciones a las de los niños durante 24 horas al día cuando el resto de año apenas se ven. Una solución práctica es llenar el mundo de cajones, para los niños, para los padres, para los fumadores, para los enamorados, para los monoparentales, ¿No será ésta la senda que desemboque en aquel “mundo feliz” que intuyó Huxley?
    Desde nuestra experiencia os puedo asegurar que nada es más fácil que tratar con niños. Sus prioridades están muy claras, todos sabemos lo que de verdad les entusiasma, lo que le estimula y les entretiene, lo que le hace disfrutar, y esto no excluye para nada las normas, se las explicas claramente y se las recuerdas cuando haga falta, familias que desean estar con sus niños, enseñarles un mundo natural alejado de sus vidas urbanas… pero impregnado de qué manera en sus genes, una y otra vez escucho a los padres contar a sus niños la misma historia, recuerdan su infancia los afortunados, o la que les contó su abuelo. A ver quién ha olvidado la primera vez que recogió un huevo, que se subió a caballo, que vio nacer un animal, o sintió el calor de la ubre al ordeñar…
    No tenemos sistema automático de reservas, siempre hablo o escribo a los huéspedes personalmente, y les explico lo que hay, sobre todo a quienes preguntan por habitaciones dobles o individuales. Este hotel está lleno de niños en vacaciones escolares, pero niños entretenidos, disfrutando y aprendiendo con sus padres y con los padres de los demás niños… Llegan agotados y se duermen pronto. El hotel está lleno de niños, pero al mismo tiempo siempre vacío. Los niños no corren por los pasillos, corren del hotel a la granja… De cualquier forma nuestra sociedad se repite “qué mundo vamos a dejarle a nuestros niños” pero creo que es mucho más preocupante el ver “qué niños estamos dejándole a nuestro mundo”.

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