Hace unos años cuando pensábamos en la conmemoración de este Día siempre volvíamos la vista a esos países que desde nuestra atalaya no consideramos “desarrollados”. África, Asia, Latinoamérica y países islámicos llenaban las pantallas de los televisores para dejarnos devastadoras imágenes del padecimiento de la infancia.
Hoy, desgraciadamente, sigue siendo igual. Esos niños siguen necesitando nuestra ayuda. Ayuda para tener alimentos que llevarse a la boca cada día, ayuda para poder tener una educación, ayuda para impedir que sean explotados en fábricas, ayuda contra la explotación sexual… El panorama de la infancia es aún más devastador si cabe en estos tiempos de crisis.
Y sin dejar de mirar lo “global” también os pido hoy una reflexión sobre los problemas “locales”. Sobre esos niños a los que está afectando la crisis sobremanera. Niños de familias rotas por problemas económicos, niños sin casa porque sus familias han sido desahuciadas, niños víctimas de una creciente violencia de género, niños peor alimentados debido a la falta de recursos, niños sin material escolar. Niños, en definitiva, en el umbral de la pobreza aquí, en nuestras calles.
Según UNICEF “hasta 80.000 niños más han empeorado su situación en el último año en nuestro país. La tasa de pobreza infantil ha ascendido al 27,2%, una cifra que ha convertido a este grupo en el más afectado por la pobreza en España”. Enlace texto Consumer: Día Internacional del Niño, logros y desafíos de la infancia
Si queréis explicar a vuestros hijos que son los Derechos de la Infancia os dejo la página de Save de Children donde hay versiones para descargar explicadas según la edad de los niños.
Convención sobre Los Derechos del Niño, Versiones para niñas, niños y adolescentes
Pues si maja, parece mentira pero es un drama que cada vez nos toca más de cerca. Lo que antes nos parecía sólo propio de países lejanos y empobrecidos, resulta que ahora lo puede estar viviendo un vecino, o un compañero del cole de nuestros hijos.
Un besillo hermosa.
Por desgracia cada día lo tenemos más cerca. Niños que comían en los comedores escolares (su única comida de tres platos) que ahora no pueden hacerlo, niños sin libros ni material, niños sin casa…
Niños que no deberían sufrir.