Hace una semana celebramos en casa  la fiesta de cumpleaños de Pandereta. Estoy loca, ya lo sé. Como ya os he contado el resultado fue… bueno, mejor olvidarlo.

Para que las niñas se ambientase y entretuvieran a un tiempo creamos diferentes espacios. El que más éxito obtuvo fue el “Cuarto de las Princesas”. Allí tenían preparadas una faldas de tutú DIY ¿por qué no bajaría al chino al comprarlas?   con las que vestirse y una mesa de maquillaje donde poder dar rienda suelta, y vaya que lo hicieron,  a su vena más coqueta. Como tocado nos aventuramos a hacer unas coronas que ellas mismas decoraron que pegatinas. También unas varitas porque aunque las princesas no usan había que aprovechar el excedente de material.

Y para completar el mundo “princesa” una chapita para cada una de las invitadas creación de Blog del Caos que se ha descubierto como una auténtica artista de los pinceles.

Otro de los espacios estuvo destinado a la creatividad . Así tomamos prestados a personajes de algunos cuentos clásicos y, como no, a  princesas para colorear, recortar y finalmente hacer marionetas de palo con las que crear nuestras propias historias. Previamente los tontainas papás habíamos creado un teatro (que bien reutilizar las innumerables cajas de cartón de los Reyes Magos) donde las recién investidas princesas podían representar sus funciones. Imaginación al poder.

Otra de las zonas, para evitar que se conviertan en princesas noñas, era Karaoke en Palacio. Dos micrófonos, una guitarra, piano eléctrico, pandereta, maracas, flauta y todas preparadas para hacer rock. Bueno, eso creía yo cuando se pusieron junto a las coronas las gafas de sol. Pero todo quedó en una versión light de Frozen.

¡Estas niñas no tienen arreglo!