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Probamos el restaurante Bacira de Madrid

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Probamos el restaurante Bacira de Madrid

No se pueden seguir las tendencias gastronómicas de Madrid sin haber pisado Bacira. Además, todo el mundo no se puede equivocar, se trata de uno de los restaurantes mejor valorados por el público.

En una calle de Chamberí se esconde uno de los lugares de peregrinaje para los foodies capitalinose. el restaurante Bacira. Paredes blancas, azulejos a media altura y columnas de hierro forjado dan al local ambiente de nueva taberna cosmopolita donde comer bien a un precio asequible. Ese es su punto fuerte: la relación calidad-precio, incluso en los vinos.

Imagen de Bacira

En esta ocasión nos decantamos por uno de los tres menús que sirven de cuatro, cinco y seis platos con postre incluido. Para empezar ensalada César siglo XXI crujiente -se come con la mano en su propia hoja-, sabrosa y con la cantidad justa de salsa; un problema en el que suelen caer muchos restaurantes. El segundo plato que llegó a la mesa fue un cebiche de corvina, uno de los que más me gustó de la degustación aunque, para algunos, pueda tener demasiado punto cítrico. Los sabores del mar siguieron con un pulpo a la parrilla ligeramente ahumado con crema de batata, lo que le aporta a la combinación un punto dulce.

Cebiche del restaurante Bacira

Entre las sorpresas de la velada el “Risoteo” de setas con jamón. Sorpresa, porque es un falso risotto hecho con pequeñas porciones de pasta en lugar de arroz aunque con la misma preparación que el plato tradicional. Sin embargo, trabajar con la pasta le resta cremosidad. Para terminar, sin duda, el mejor plato de la degustación: albóndigas guisadas de rabo de toro con puré especiado de patata. La esfera que compone la albóndiga encierra pequeñas hebras de rabo de toro con todo el sabor de este tradicional plato pero sin la pesadez del mismo. Una explosión de sabor tradicional en un nuevo envoltorio.

 Albóndiga del restaurante Bacira

El punto final fue un “Drácula”, recuerdos de ese polo de hielo que algunos (maduros, digamos) tenemos en mente. Sobre una cama de fresas -a las que faltaba sabor- y salsa del mismo fruto aparece un helado de vainilla y sirope de cola que nos hace regresar a la infancia a base de cucharadas.

Drácula del restaurante Bacira

La propuesta de vinos es sorprendente con variedad de propuestas. Lo mejor, dejarte asesorar por su personal. En la carta también podrás encontrar sugerencias de maridaje de platos con cerveza.
E insisto, lo mejor, la cuenta.

¿Has visitado Bacira? ¿Qué te parece?

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