Me gusta leer. O al menos me gustaba cuando tenía tiempo de hacerlo. Ahora, entre las múltiples tareas que se nos agolpan a todas, es más difícil pero en verano trato de resarcirme.

Estos son los libros que este verano he metido en la maleta

Tal vez se trata de un título que no incita a la alegría en el inicio del verano pero las críticas me parecen muy favorables:

Cuesta creer que en medio de aquel horror, aquella destilación de la barbarie nazi pudiese existir una pequeña biblioteca en la que los niños leían y aprendían a pocos metros de la muerte. La biblioteca tenía solo ocho libros, pero fueron suficientes para devolver parte de su dignidad a un puñado de personas.

Para compensar un libro de Albert Espinosa. Nunca he leído nada el él pero me dicen que rebosa optimismo. ¿Se puede pedir más?

El protagonista de la novela necesita encontrar su archipiélago de sinceridad y para eso, tendrá que aprender a perdonar y a perdonarse, a perder el amor y a reencontrarlo; a asumir que la verdad es lo más importante.

El siguiente es de un autor imprescindible en mi biblioteca. Con la lectura del que fue Premio Planeta me pongo al día con él. Si no lo conocéis, no os lo perdáis.

La historia se desenvuelve en torno al asesinato de un guardia civil retirado que aparece colgado de un puente. A partir de ese momento, la investigación que lleva a cabo su viejo amigo y discípulo, el brigada Bevilacqua, abrirá la caja de Pandora: corrupción policial y delincuentes sin escrúpulos.

Ambientada en la Cataluña actual, la novela muestra con maestría un sólido retrato del ser humano ante la duda moral, el amor como puente de salvación y el sabor amargo de las decisiones equivocadas.

Una lectura imprescindible para las madres. ¿Alguna vez  has pensado en actuar como su protagonista?

El día en que sus hijos, unos mellizos superdotados, se marchan a la universidad, Eva cruza la puerta de su casa y se mete en la cama en pleno día. No está enferma. No está cansada.Y, desde luego, no tiene una aventura. Simplemente, ha llegado el momento de decir basta.

Este lo dejo para el final. Como distracción antes de volver a la carga. Lectura entretenida sin más.

¿Y tú, qué libros te llevas de vacaciones? ¿Papel o libro digital?